viernes, 27 de abril de 2012

Tamara Guirao: "Soy la tercera generación de emigrantes de mi familia"


Nombre: Tamara Guirao Espiñeira
Edad: 33 años
Profesión: Relaciones Internacionales
Nivel de estudios:  Máster / Dos primeros años de doctorado
Lugar de nacimiento: A Coruña, Galicia, España
País de residencia: Bretaña, Francia

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
Cuando terminaba la enésima beca, dos personas que no se conocen entre ellas me enviaron la misma oferta de trabajo. Me costó decidirme,  envié la candidatura el último día a última hora y confirmé la entrevista también con poca antelación. Mi madre me dijo “Tú estudiaste para esto. Si te tienes que ir, te vas. Aquí no tienes nada”.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
En el momento de tomar el avión llevaba dos meses en paro.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
En Relaciones Internacionales siempre somos muchos para pocas plazas y lo internacional deja de ser una prioridad en tiempos de crisis, lo que reduce la oferta. Las condiciones económicas no eran comparables a lo que me ofrecían en Francia (o en Bruselas, que era la otra opción), ni en términos de salario, ni de contrato, ni de responsabilidades.  Sin embargo, lo importante de mi decisión no era lo mucho que ganase o el ser fija, sino que me ofreciesen un proyecto que me motivase. Y para eso había que salir fuera.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Mi experiencia es atípica. Trabajo con gente de nacionalidades, edades y culturas muy diferentes, así que no puedo decir que esté sometida a la cultura laboral francesa. Respecto del día a día, he de decir que haber pasado aquí mi año Erasmus me ha dado ciertas ventajas, tanto lingüísticas como culturales a la hora de adaptarme.  Los franceses tienen una concepción de la intimidad muy diferente de la nuestra, el espacio personal es mayor. Nadie alza la voz y todos se tratan de usted. Si lo tienes en cuenta, el trato cotidiano se hace más sencillo.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales,  son mejores en su actual lugar de residencia?S
í. Aquí existe una legislación laboral que protege mucho al trabajador. Los Prudhomes (el tribunal de hombres prudentes) son un recurso  extremadamente efectivo en caso de conflicto, por ejemplo.  Las 35 horas te aseguran una calidad de vida.  El contrato indefinido es más sencillo de obtener y el nivel superior de estudios no es un defecto sino un valor. De todos modos, hablo de mi experiencia, y desde la misma puedo decir que si la crisis continúa, las cosas se harán más difíciles en este país.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Echo de menos a mi familia y a mis amigos. Me faltan el mar y la comida, y hasta las horas extra de luz.  Llegué aquí con la idea de pasar dos años, ganar experiencia y volver a casa. Tras tres años,  asumo que el momento de regresar todavía no ha llegado, ni sé si llegará. Mi profesión no tiene apenas reconocimiento en España y la mentalidad tendría que cambiar mucho para que se deje de vernos como “esa chica que habla inglés y puede vender aspiradoras en Arabia Saudita”.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
No sé si hablar de culpa o de pérdida. El Estado Español, la Universidad e incluso Galicia han invertido en mi formación durante más de 10 años. Cuando un futbolista sale de la cantera a un equipo grande, el grande le paga al primero los derechos de formación.  Si las becas son una inversión ¿por qué es otro país el que se lleva los beneficios? 
¿Considera positiva su experiencia actual?S
í. Cuando jugaba al baloncesto, chupé mucho banquillo. Cuando salí de la Universidad, con mis postgrados y mis idiomas, tenía la misma sensación. Todavía no he llegado a la ACB, pero juego de titular y me dan minutos.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
No me considero. Soy la tercera generación de emigrantes de mi familia, y es algo que tenemos, por desgracia, asumido. Hace ya varios años, mis tías me regalaron una maleta-armario por Reyes, conscientes de que un día me haría falta.  Lo asumimos, como asumimos los ojos claros o el acento gallego. Viene con los genes.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
No tengo por costumbre pelearme contra molinos de viento.  Quedarme en la frustración de lo que no ha podido ser en mi país sería reconocer un fracaso que no es el mío. Marcharse no es sencillo,  pero yo contaba con la ventaja de conocer la lengua, la cultura, y  tener una buena oferta de trabajo. Mirar atrás no tiene sentido.
¿Es usted una indignada?
Esa palabra siempre me recuerda a mi abuelo, que se ponía rojo y juraba en arameo cuando se enfrentaba a una injusticia. “Estou indignado” decía, y era el grado sumo de ira e impotencia de alguien que siempre estaba sonriendo.  Y sí, la situación actual, me trae con frecuencia  ese exabrupto a la memoria, y a la lengua. 
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
Como dije antes, no. Mi idea era ganar algo de experiencia, ahorrar dinero y volver.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
La casa de mis abuelos en la aldea. Ahora que ya no están no sé qué va a suceder con el lugar donde aprendí a caminar, a andar en triciclo y luego en bicicleta, a jugar a las cartas, a distinguir un castaño de un eucalipto. La casa donde dormíamos siete en una habitación los días de fiesta y nos traían el desayuno a la cama. Mi casa. Sueño con ella varias veces a la semana.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
Que cesen la demagogia con los emigrantes. Ni somos “Españoles por el Mundo” con criada y limusina, ni los miserables de Víctor Hugo. Un folleto de un candidato a la presidencia decía “vamos a mejorar sus condiciones de vida en el extranjero”. Pues como lo hagan igual que en España, lo llevamos claro. Lo que quiero es que mejoren las condiciones de vida en mi país, y no sólo para volver, sino también para mis familiares y amigos, para mis vecinos y para esa señora que siempre va enfurruñada y nunca me saluda. Y que devuelvan el voto en las locales a los emigrantes. Nos hemos ido a trabajar fuera, pero no hemos renunciado a nuestra ciudadanía, ni para nosotros ni para nuestros hijos.

miércoles, 25 de abril de 2012

Álvaro Martín: "Me gustaría volver a España en algún punto de mi vida"

Nombre: Álvaro Martín Alhambra
Edad: 21 años
Profesión: Estudiante
Nivel de estudios: 2º de carrera
Lugar de nacimiento: Collado Villalba (Madrid)
País de residencia: Inglaterra

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
Por razones bastante fortuitas me enteré de que existía la posibilidad de estudiar la carrera en el extranjero, que es algo que en España casi nadie tiene en mente, y que no es tan caro como puede sonar. Yo ya había empezado a estudiar física en Madrid y me iba bien, pero marcharme a Oxford parecía que era algo que me abriría muchas puertas de cara a mi futuro académico y profesional.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
No, como he dicho estaba todavía en mi etapa de estudiante.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
Casi tengo claro que quiero ser investigador, lo que en principio en España es posible. Pero claro, desde que empiezas a estudiar se oyen muchas cosas de cómo está todo aquí y de qué perspectivas hay si te quedas en la universidad española. Incluso antes de la crisis la opción de irse al extranjero ofrecía mejores posibilidades. El sistema de universidades que hay en España, cómo está organizada la investigación y también el hecho de que no haya prácticamente investigación industrial, entre otras cosas, hacen que estudiar ciencias sea más una cuestión de “amor por el arte” .
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Ambivalente. Conocer a tanta gente de otros países (sobre todo ingleses, claro) cuesta mucho, sobre todo no llevando el suficiente nivel de inglés.  Tener que convivir dentro de una sociedad que no es la tuya, y más en un sitio como Oxford, es duro, sobre todo los primeros meses... la adaptación nunca es completa. Por otra parte, siempre se acaba haciendo amigos y el esfuerzo de tener que integrarse tiene su recompensa. Creo que me ha hecho más maduro, más sociable y más abierto. Entiendo que el hecho de irse fuera de miedo, a mi me lo daba y mucho, pero la única manera de quitárselo es irse.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales,  son mejores en su actual lugar de residencia?
Académicamente Oxford me ofrece cosas que no creo que haya en ninguna universidad de España. Si quieres una educación de primer nivel, en muy pocos casos una universidad española va a estar a la altura. No digo que en España no haya profesores o investigadores buenos, sólo que a nivel undergraduate, como lo llaman aquí, un sitio como Oxford, Cambridge o algunos otros, no los hay en España, por mucho “Campus de Excelencia Internacional” que se quieran inventar. Esto es una cuestión bastante profunda. Aunque en España se estudie y se investigue, en ningún momento de la historia,  que yo sepa (¿salvo quizás Al-Andalus?), se ha llegado al nivel de otros países. Aparte de eso, en investigación hay más y mejor trabajo, y bastante mejor pagado que en España, por cierto.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Sí rotundo. Echo de menos todo: a la gente, familia, amigos, sol, las croquetas de mi madre, hablar español ¡todo! Tengo la suerte de poder volver a menudo, pero yo quiero volver definitivamente en algún punto de mi vida. El plan ideal sería formarme del todo fuera, hacer doctorado, post-doc y lo que haga falta y volver con un buen puesto. No sé hasta qué punto es un plan realista.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
En cuanto a políticos y demás, supongo que tienen la culpa de no haber hecho las cosas mejor, pero yo creo que me hubiese marchado igualmente hace 10 y 20 años. España tiene la culpa como país por no tener una “cultura del mérito” como la tienen otros países y por elegir a gente que no hace las cosas lo suficientemente bien.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Creo que sí. Supongo que si hubiese estudiado en España me hubiese acabado yendo igualmente, pero ahora tengo muchas más puertas abiertas.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
No del todo. Yo todavía estoy en España buena parte del año y sólo estoy en Inglaterra estudiando. Cuando me toque trabajar de verdad ya será distinto.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Ahora mismo soy optimista y me veo con opciones de labrarme un futuro más o menos próspero, incluso sin ganar muchísimo dinero. Ya lo que deparará el futuro no lo sé, pero yo de momento me lo intento currar.
¿Es usted un indignado?
Me indignan muchas cosas, pero me resigno más bien. No va a dejar de haber políticos corruptos hasta que la gente deje de elegirlos; la economía ni se va a levantar sola ni ayudada por una política sensata (aunque ayude), sino trabajando bien y mucho. Quiero decir, hay fallos en el sistema, pero en el fondo todos somos parte de él.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
En absoluto, la verdad es que esto vino un poco de casualidad y simplemente lo hice cuando tuve la oportunidad.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
Mi compañero de piso alemán me dijo el otro día que el Presidente de la República había dimitido porque se supo que le habían concedido un préstamo a un interés muy bajo o algo así, y me eché a reir. Simplemente pido que tengan un poco más de decencia y luego ya más cosas, pero primero eso.

viernes, 20 de abril de 2012

Alberto Vazquez: "Aquí cada uno tiene su ración de culpa"

 
Nombre: Alberto Vazquez
Edad: 36
Profesión: Técnico de Fotogrametría – Piloto Comercial
Nivel de estudios: Artes Gráficas Formación Profesional
Lugar de nacimiento: Madrid
País de residencia: Nueva York, Estados Unidos

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
A mi mujer la llaman desde Nueva York para ofrecerle un puesto de trabajo. Pensamos que aceptar la oferta podría significar un buen empuje a su carrera profesional y en mi caso particular, una buena oportunidad para vivir en otro país puesto que ella es argentino-estadounidense.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
Tenía contrato indefinido con un salario no excelente pero supongo que razonable. Incluso hasta no mucho antes de marcharnos a Estados Unidos estuve compaginando dos trabajos por varios años.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
Lo cierto es que el trabajo vino a mí más que yo a él. Realmente nunca busqué de lo mío, me lo ofrecieron. El salario no era para tirar cohetes pero considero que me permitía un nivel de vida aceptable.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Creo que es una experiencia muy enriquecedora independiente de los buenos y malos días que uno experimenta como emigrante. Me ha ayudado en lo profesional, sin duda, pero me quedo con el aspecto personal de la experiencia.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales,  son mejores en su actual lugar de residencia?
Tratar de describir o comparar el sistema laboral/social de Estados Unidos con el de otros países es meterse en camisa de once varas. Cada estado es una historia diferente. Una vez escuché decir a alguien que en este país, “uno es un poquito más dueño de su destino que en otros” y a renglón seguido “este país no tiene piedad con la gente que fracasa”. Por lo que llevo vivido y experimentado, aquí cada uno se negocia sus condiciones laborales y sociales con la empresa que te ofrezca trabajo. Si eres muy bueno en lo tuyo, podrás exigir en consonancia. Vamos, que el Wild West está muy presente todavía. Particularmente, creo que no me ha ido mal. Fruto de la “negociación” de esas condiciones laborales/sociales pude estudiar para obtener, mientras trabajaba, la licencia de piloto comercial, algo que me hubiera sido imposible dada mi situación laboral y económica en España.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Echo de menos a mi familia, no ver crecer a mis sobrinos y a los amigos, el buen tiempo y la cañeja de antes de comer. A España no la echo de menos, tampoco es que ella me llame mucho a mí, ni si quiera un maldito e-mail me manda.  Siento sonar a pájaro de mal agüero, pero en mi humilde opinión, la situación económica no va a mejorar por bastante tiempo. A la precarización del empleo que los sociatas comenzaron o no supieron corregir durante sus “2” legislaturas, hay que añadir que los peperos, no sólo van a seguir haciendo más de lo mismo sino que van a apretar aún más las tuercas al personal. Ahora bien, ¿Nos/Me gustaría volver? Sí. Lógicamente no lo haríamos de cualquier manera y aún menos en este momento.
¿Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha?
Yo no les culpo por haberme ido. A mí me iba bien cuando me fui en 2006. No obstante, sin creerme ni más tonto ni más listo que nadie, ya estaba uno con la mosca en la oreja. La desproporción que había entre salarios y el coste de vida -o sea, la vivienda principalmente- daba pie a pensar que aquello no podía continuar por mucho más tiempo. También dio la puñetera casualidad que me había leído por aquel entonces  “Breve historia de la euforia financiera” de John Kenneth Galbraith, un libro escrito hace años pero que describía situaciones similares a la que estaba aconteciendo en España. Por cierto, ninguna de ellas con un final feliz.
De lo que culpo a los políticos es que entre ellos y sus amigotes han rapiñado todo lo que han podido y ahora no hay nada a lo que volver. Bloques de hormigón vacíos en la costa, AVE´s vacíos, aeropuertos vacíos y arruinados…etc. En cualquier caso, esto de echarles la culpa a los políticos se está convirtiendo en estereotipo o en una moda. ¿Y nosotros qué? Me ponía enfermo cada vez que escuchaba a alguien presumir groseramente que el valor de su piso se había duplicado o triplicado durante la burbuja que “todos” inflábamos. Aquí cada uno tiene su ración de culpa.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Mucho.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
Me considero emigrante. En una ciudad como Nueva York, ser emigrante no tiene mucho valor ni importancia, uno pasa totalmente desapercibido, lo que podría considerarse incluso algo positivo. Aquí el racismo es existente y se palpa en el ambiente, y quien lo niegue es que está ciego. Pero a diferencia de España, aquí no oigo comentarios despectivos hacia la gente de otros países de un modo tan descarado a como ocurre allá. Sudaca, Pocahontas y otras lindeces por el estilo normalmente no se oyen, aunque se piensen.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Ni me frustra ni me produce impotencia. Esto es lo que hay ahora, me guste o no, me frustre o no. Lo único que puede cambiar esta situación, y no digo mejorar si no cambiar, insisto, es que haya una buena revolución, a ser posible no violenta. Poco probable tanto una cosa como otra. Uno ojea un libro de historia cinco minutos y se da cuenta de que ese ha sido el modo de cambiar situaciones difíciles a lo largo de la historia de cualquier pueblo. Pero todos tranquis, que “Spain is different”; la verdadera frustración está en si el corte de pelo de Ronaldo luce bien y si Messi tiene fiebre o la mete. O sea, que de revolución más bien poco, no vaya a ser que se nos asusten los mandamás del mundo mundial.
¿Es usted un indignado?
Yo lo que soy es un simple ser humano, un mera mota en este planeta tratando de tirar pa’lante, que no es poco.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
¡Qué va!
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
No se si es sueño o pura ilusión… simplemente me ilusiono con la posibilidad de poder compaginar el trabajo de mi mujer y el mío de modo que nos permita vivir en España como nosotros creemos que queremos vivir.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española.
Me gustaría que de vez en cuando salierais de vuestras cuevas a la calle, a mezclaros con la gente común, que utilizarais el metro o el autobús en lugar de vuestro cochazo oficial. Probad, porque a lo mejor os lleváis una sorpresa y averiguaréis que somos de carne y hueso como vosotros.

martes, 17 de abril de 2012

Nuria García: "Ya no puedo con los trastornos de identidad que me produce tanto cambio"

Nombre: Nuria García Reche
Edad: 24
Profesión: Periodista
Nivel de estudios: Máster
Lugar de nacimiento: Alicante
País de residencia: Alemania, Malta, España y ahora Alemania otra vez

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
La idea surge cuando ves que después de estudiar como cabrones durante 5 años, dejarte la piel en el camino y luchar por tu vocación -no nos engañemos, hoy día nadie se hace periodista para ganar dinero, sino por pura y llana vocación, muchas veces idealizada, por supuesto- no logras encontrar trabajo.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
No. Cuando me fui a Malta acababa de terminar el máster de profesor de secundaria de Inglés. Me fui a trabajar a una ONG que tenía un convenio con un periódico nacional de allí. Una experiencia muy positiva, la verdad. Ahora no trabajo, colaboro con una ONG dedicada al periodismo social, pero de freelance y se me cae la cara de vergüenza de estar con 24 años en casa de mis padres pidiéndoles dinero. Por ese motivo, ahora me vuelvo a ir a Alemania.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
¿¿Buenas?? De periodista a veces no te quieren ni gratis. En Alemania me ofrecían prácticas pagadas y se disculpaban por el escaso sueldo que me ofrecían...
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Yo valoro mucho las experiencias en el extranjero, me encantan, me lo paso genial, aprendo mucho, aprovecho las oportunidades al máximo y trato de ser positiva, pero es que ya no puedo con los trastornos de identidades que tengo. Cuando estoy en el extranjero me sale la española que llevo dentro y cuando estoy en España me muero de la depresión por no poder encontrar trabajo y estoy deseando salir corriendo para el extranjero.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en su actual lugar de residencia?
Sí, indudablemente, que pena ¿no? Que España se gaste tanto dinero en nuestra educación y que luego no pueda retener tantísimo talento en nuestro país. Que luego sean otros países extranjeros como Alemania quienes se estén beneficiando a un coste nimio de la fuga de cerebros de la que adolece España.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Me gustaría volver algún día, sí. Sin embargo, todo depende de las oportunidades laborales que se me presenten, y... francamente, no creo que la cosa cambie de la noche a la mañana; sobre todo después de que nos hayan abaratado el despido y desprovisto de nuestros derechos básicos como trabajadores.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
Muchísima. Yo soy de izquierdas y me fastidia mucho que el programa electoral del PSOE por ejemplo no se diferencie casi en nada del del PP. Se diferencia en las formas, en el discurso, en la retórica. Pero en el fondo son incapaces de alejarse del marco neoliberal (impulsado desde la Unión Europe, claro, que ésa es otra). Así, los principales partidos de la democracia no han sabido reconocer que por mucho invertir en el sector privado y empoderar a los empresarios, no significa que vaya haber más trabajo, porque la riqueza no se expande hacia la sociedad, sino que los beneficios se almacenan a buen recaudo en las arcas de unos pocos. Lo que quieren es ser competitivos en Europa a través de las exportaciones, y para eso los trabajadores tenemos que ser baratos para reducir costes. Una ruina.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Sí, claro, todas las experiencias en el extranjero son geniales, porque son eso, experiencias, enriquecedoras a más no poder, creces como persona y como profesional, haces amigos que se convierten en tu familia y que si vuelven a casa te dejan hundida en la miseria porque son como tu familia y los necesitas. Además, perfeccionas un idioma, te das cuenta de lo que echas de menos, de lo que no, de lo que quieres en tu vida. Pero al final, cuando pasa el tiempo y estás cansad@ de las turbulencias de ryanair, de sus retrasos y de que te intenten cobrar medio kilo de más, al final, quieres volver a tu país.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
Sí, soy emigrante. De momento lo llevo bien, y cuanto mayor es el reto mejor, yo no me achico, lo acepto todo y cuanto más lejos mejor. Si la oportunidad lo requiere, yo permaneceré en el extranjero, y ya no hablo de condiciones económicas; yo concibo el periodismo como una herramienta de cambio social, a través de ella creo que se puede cambiar el mundo. Soy utópica, pero si no lo soy ahora, ¿cuándo lo voy a ser?
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Bueno... tengo mis momentos. Lo que más impotencia me da es el sistema político y económico que fue creado en sus orígenes para fomentar el conservadurismo en España. Eso ni es democracia ni es nada, es la dictadura del capital, la dictadura de las grandes corporaciones y unos cuantos títeres a los que llaman políticos. La democracia no es eso, yo aspiro a mucho más y eso me crea una gran frustración.
¿Es usted una indignada?
Indignadísima. Durante el tiempo que he estado en España no me he perdido ni una manifestación. La clase política quiere estigmatizarnos, silenciarnos y darnos la espalda, y no lo conseguirán, porque las protestas tienen una base estructural, el descontento popular es incontenible. Y que se aguanten hombre, que ya hemos aguantado nosotros bastante.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
Sí, yo ya lo veía venir desde el principio, cuando un profesor mío en 1º de carrera me dijo, ¿pero tú esto te lo has pensao bien? Haz otra cosa, no necesitas estudiar periodismo para ser periodista. Y desde entonces no he parado de recibir mensajes negativos. Sí, me veía en el extranjero buscándome la vida, francamente.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
Me ofrecen un trabajo de comunicadora en Amnistía Internacional. Vivo realizada, haciendo lo que me gusta en mi país. Casi nada.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
He perdido la fé en la política de las corporaciones, la democracia del capital y de la clase privilegiada. He perdido la fe en que ustedes, con sus discursos paternalistas manidos, gobiernen por el bien común, no creo en un sistema democrático impuesto para silenciar a la clase obrera, pan y circo, eso es lo que durante años nos ha mantenido entretenidos, ajenos a lo que se cocía en política. Ahora que adelgazan el Estado del Bienestar, el pan escasea, y el circo, pues como que no nos lo podemos pagar, ahora, despertamos del letargo y pensamos reivindicar nuestros derechos hasta que no podamos más: el derecho a tener una vida digna, un trabajo y una vivienda en nuestro país. Eso les diría.

viernes, 13 de abril de 2012

Helios Tavío: "Mi último trabajo en España fue un dolor"

Nombre: Helios Tavío
Edad: 27
Profesión: Language Fellow
Nivel de estudios: Titulación universitaria.
Lugar de nacimiento: Las Palmas de Gran Canaria
País de residencia: Estados Unidos

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
La verdad es que para mí fue una suerte de coincidencias que hicieron que la oportunidad apareciera en el mejor momento posible (o en el más bajo). Comencé trabajando como monitor cultural, algo que hasta entonces estaba fuera de mi idea de profesión ideal. Trabajaba para un programa gestionado por dos universidades norteamericanas, y ellos estaban muy contentos y me ofrecieron irme a su país (En trabajos anteriores el hecho de que estuvieran contentos con mi trabajo lo único que supuso fue que pusieran una mayor cara de tristeza en el momento de sustituirme por otro becario).
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
Estaba en la misma organización que me ofreció irme fuera; trabajaba en unas condiciones que nada tenían que ver con las que me eran ofrecidas si me marchaba al extranjero.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
Costar costaba, mal que bien iba encontrando cosas muy pequeñas y en malas condiciones. Mi último trabajo de lo mío fue un dolor. Era el trabajo de mi vida, pero unido a una época de una situación personal complicada, y a unas condiciones lamentables, se acabó convirtiendo en un infierno. Estaba trabajando en negro, es decir sin ni siquiera un contrato, y cobrando cada dos meses la mitad de los dos anteriores. Seguía manteniendo el ritmo de trabajo y siempre estaba la futura promesa de llegar algún día a ver un contrato o algo parecido. Al final, hacían que cada vez creyera menos en mí.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Agridulce. No me mal interpreten, es genial, siempre he sido una persona dispuesta a conocer gente y nuevos lugares, y el trabajo aunque sigue sin ser lo que más me gusta hacer del mundo es muy enriquecedor. Lo mejor son las condiciones y el ambiente que me rodea. Se respira positividad, incluso en el más duro día de invierno. Pero por otro lado hay un gran agujero, que es la soledad, el dejar atrás a todos. Ya dejé atrás a muchos amigos y familia cuando viajé de Canarias a Madrid para estudiar y trabajar, y cuando te estableces y tras ocho años vuelves a tener tu grupo y tu lugar empezar de cero otra vez es durísimo.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en su actual lugar de residencia?
Sin ninguna duda. No es que esté en un puesto de trabajo con un sueldo maravilloso, pero sí que se preocupan por mí, y simplemente el trato y la consideración marcan una gran diferencia. Además de que siempre están tratando de mejorar mi situación y mi experiencia en todo lo que pueden. También se nota que hay crisis pero se lleva de otra manera.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Siempre he pensado que no me importaría trabajar donde fuera mientras que pudiera trabajar en el mundo del arte y la cultura que es lo que más me gusta. En España eso ahora mismo parece una utopía, y pasarán muchísimos años antes de que la cultura vuelva a ser algo importante en este país. Pero por supuesto que me gustaría tener la oportunidad de hacerlo en España, creo que aquí tenemos una gran herencia cultural, somos del país de Picasso, Sorolla, Dalí, Velázquez, Goya… Y podría hacer una lista interminable de artistas de todas las épocas que hacen que sea una maravilla pasear por nuestro país.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
Toda. Creo que en España hay un problema estructural muy grande y es la educación. Es la base fundamental de una sociedad. Creo que si nunca se toman en serio la importancia de desarrollar un buen sistema educativo, nunca saldremos de una crisis que no sólo es económica, sino de base. De valores sociales y de actitudes. Los gobernantes deben tomar como la principal de sus preocupaciones instaurar un sistema para dotar de una formación y conocimientos a sus ciudadanos, sin herramientas no se construye nada (o mejor y más claro como lo decía la abuela de una amiga: quien cocina en la mierda come mierda). Y más bien parece que ahora mismo les interesa todo lo contrario.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Lo es, estoy muy contento, a pesar de todo lo que ya he soltado aquí.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
Sinceramente creo que Nueva York es un sitio excepcional en el mundo con respecto a esa cuestión, aquí nadie puede sentirse inmigrante. Cierto es que hay una especie de casta que sí que levemente diferencia a lo que son los newyorkers, pero todos los demás somos neoyorkinos de fuera, no nacidos en Nueva York. Es curioso como nadie presupone que seas de fuera, tengas el acento que tengas o vistas como vistas. Otra cosa bien distinta es lo que uno siente por dentro, pero en mi caso al haber sido educado con mucha televisión y cine norteamericano lo veo como algo tan normal y cercano a mi vida.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Vivo con la idea de no desaprovechar un solo día. La única lucha que me importa es la de ir encontrando mi felicidad, y a lo mejor suena muy derrotista pero di por perdida las grandes batallas sociales más allá de tratar de influenciar con mis actos y mi forma de pensar a aquellos que tengo más cerca. Si todo el mundo hace eso a lo mejor llegará el momento en el que se genere un efecto mayor.
¿Es usted un indignado?
No, soy muy digno de mi felicidad, que me la curro y mucho. Las circunstancias externas adversas generadas por un clima político aterrador no van a robarme ni un ápice de dignidad. No merecen ni que me indigne por su culpa
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
Hace años soñaba con irme fuera, luego soñaba con estabilizarme en España y justo cuando uno tiene esa idea, es cuando vuelve a haber un giro inesperado en el desarrollo de la vida.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
Jajaja no sé si tiene que ver, pero sueño con osos asistiendo a un combate de boxeo entre marineros, y con caballos y caballeros haciendo justas y jugando al polo dentro de pistas de squash circulares.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
No me llamen, no estaré.
--

Hemos creado una página de Facebook en la que poder seguir las actualizaciones del blog y otras noticias, únete: www.facebook.com/pepasypepes

martes, 10 de abril de 2012

Noelia Pérez: "Me pregunto si echaré raíces en algún sitio"

Nombre: Noelia Pérez Díaz
Edad: 28
Profesión: Estudiante de Doctorado de Bioquímica
Nivel de estudios: Licenciada en Bioquímica y Master en Biotecnología
Lugar de nacimiento: Avilés, Asturias
País de residencia: Nueva Zelanda

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
Realmente no es la primera vez, ya había vivido en UK durante casi tres años, supongo que como casi todos los españoles, para aprender inglés.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
No, estaba buscando trabajo.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
Si que me costó, de hecho, no encontré. Estuve buscando durante un año, y como no había nada, me puse a trabajar de camarera para ahorrar dinero para marchar otra vez. Como camarera trabajaba 10-12 horas al día, un día libre a la semana, por algo más de 1000 euros al mes. Dada la actual situación en España, no sé si eso son buenas condiciones económicas o no.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
No nos engañemos, se pasan momentos duros, sobre todo al principio hasta que te acostumbras a tu nueva vida. Pero una vez asumes que no vives en España y dejas de compararlo, empiezas a ver lo bueno que tiene el país y a pasártelo bien. Entonces disfrutas cada pequeño logro, empiezas a valorar las pequeñas cosas de la vida, y a la vez te vas enriqueciendo como persona. Como se suele decir, hay cosas que sólo te puede enseñar la “escuela de la vida”. Algo que realmente me encanta es poder comunicarme con personas de otros países; de hecho, creo que hablando inglés y español puedes viajar por prácticamente todo el mundo, siempre va a haber alguien que hable uno de los dos idiomas.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en su actual lugar de residencia?
Sinceramente no lo sabría decir con seguridad porque ahora soy estudiante. Pero cuando vivía en UK trabajaba de camarera media jornada a la vez que estudiaba el master, y vivía bien; no ahorraba ni tenia grandes lujos, pero me daba para pagar el alquiler, las facturas, comer, salir, ir al cine de vez en cuando…
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Sí que echo de meno España, la mia tierrina tira mucho, y si que me encantaría volver cuando termine el doctorado, pero con los recortes en ciencia que está haciendo el Gobierno cada vez veo más difícil poder volver algún día.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
Pues bastante. Cuando volví a España no sabia qué hacer, hacia dónde dirigir mi vida. Estuve buscando trabajo “de lo mío”, y viendo que era imposible y que la cosa no sólo no mejoraba, sino que iba a peor, decidí marcharme otra vez. Si España estuviera bien, lo más seguro que me hubiera quedado.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Sí, mucho. Por lo menos estoy haciendo lo que me gusta, cosa que en España ahora mismo me sería muy difícil. Y ahora mientras soy joven y no tengo responsabilidades es cuando puedo arriesgarme y apostar por un futuro.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
Sí, totalmente. Tengo amigos inmigrantes y siempre me pareció un coñazo lo de tener que renovar el visado, y tener los papeles en regla. Ahora lo tengo que hacer yo también, y realmente te exigen muchas cosas. Pero en el día a día, los neozelandeses son muy agradables con los extranjeros; yo por lo menos no tengo esa sensación de “ciudadana de segunda clase”. En ese sentido me siento más integrada aquí que cuando estaba en UK.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Con cierta no, con mucha. La imagen que estamos proyectando de España en el extranjero es penosa.
¿Es usted una indignada?
Indignadísima.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
Ni de broma. En mis planes no estaba hacer un doctorado. Yo me veía con un trabajo normal, una cierta estabilidad económica y planes de futuro. Ahora vivo el día a día, sin hacer planes a medio-largo plazo, preguntándome cuál será el próximo país y si echaré raíces en algún lugar.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
Creo que la única posibilidad de volver sería si me tocara la lotería, y teniendo en cuenta que no juego, está complicado.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
Que prediquen con el ejemplo. No me entra en la cabeza cómo se puede pedir austeridad a una población que está viviendo al límite y que ya no se les puede sacar más, mientras ellos tienen pagas vitalicias y viven como reyes. No puedo respetar a una persona que exige lo que no hace. Que intenten vivir con 1000 euros al mes, ya verás como se les ocurrían más ideas para salir de la crisis. Cuando la fame aprieta, se agudiza el ingenio.

sábado, 7 de abril de 2012

Oscar Ercilla: "A políticos y empresarios les da igual que nos vayamos"

Nombre: Oscar Ercilla Herrero
Edad:
29
Profesión:
Geólogo
Nivel de estudios:
Licenciado con 5 años de experiencia laboral
Lugar de nacimiento:
Palencia
País de residencia:
Santiago de Chile

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España? La idea de Chile había rondado en mi mente desde que no me renovaron el contrato en el centro tecnológico donde trabajaba y en el que entré como becario. Aquí buscan geólogos por la cantidad de minería existente y el momento definitivo para decidirme fue el tener que empezar a vender seguros porque no había otra cosa. Fui consciente de que si no volvía al mercado laboral como geólogo pronto podría estancarme y no volver a trabajar sobre lo que estudié y que me apasiona.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?

No. Llevaba un año parado y en noviembre acabó mi prestación por desempleo.

¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
En un año hice tres entrevistas y sobre “lo mío” solo una. Lo que resultaba más descorazonador era que en ofertas en los que mi titulación se ajustaba o mi experiencia, me echaban para atrás simplemente por el desconocimiento de mi profesión. A final de año era imposible porque pedían 10 años de experiencia en cualquier cosa.

¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?

No llevo mucho tiempo, tan solo un mes, pero es una aventura. Hay muchos contrastes con Europa y eso que Santiago es una ciudad muy europea en Latinoamérica. Me apasiona el ver rascacielos y los Andes al fondo. Para un geólogo creo que hay pocas visiones mejores al despertarse por la mañana. Lo que si se echa de menos es a mi novia, con quien vivía antes de venir para acá, la familia y los amigos, pero gracias a Skype y las redes sociales uno se siente algo más cerca de España.

¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en su actual lugar de residencia?

Las condiciones de trabajo y económicas son mucho mejores a las que tenía allí, y yo no era “mileurista” en España. Pero más allá del dinero, que es importante, es que te sientes valorado por tus compañeros y por tus jefes, y también por la sociedad en general, que tienen mayor consideración con alguien con formación. Por otra parte, hay una fuerte diferenciación entre clases sociales y eso es lo que más me desagrada de lo que he visto.

¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?

Echo de menos a mi novia sobre todo y algo menos a mi familia y amigos, porque yo me fui de casa con 17 años a la universidad y estoy acostumbrado a no verlos en largos periodos. Volver a España me gustaría, pero sé que las cosas no van a mejorar en mucho tiempo y aún menos para mi profesión.

Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha

La clase política tiene una parte de culpa, pero también nuestra propia sociedad. Apostamos por una economía que no era viable, pero ninguno quisimos verlo porque todos salíamos beneficiados de uno u otro modo. Ahora que las cosas están mal es cuando se ven los errores. El problema no es que no los supiéramos ver en su momento sino que no lo volvamos a repetir en el futuro. Lo malo es que será un futuro tan lejano que nosotros seremos viejos, lo veremos venir, los jóvenes de ese futuro no nos harán caso y volveremos a la casilla de salida.

¿Considera positiva su experiencia actual?

Creo que podré aprender mucho y aportar mucho. Vengo a investigar y era algo con lo que soñaba desde que era pequeño. Si hace un año me hubieran dicho que iba a estar aquí y así, no me lo hubiera creído.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?

Soy emigrante y lo digo con todas las letras. Si no hay donde vives tienes que moverte, como ya hice en España de provincia a provincia. Y si no hay en España a otro país. Y si se acaba aquí pues a moverse a otro. Creo que la experiencia puede ser positiva y mucho mejor a la que tuvieron la generación de emigrantes de los 50 y 60. Lo que se necesita es ser valiente y no pensar en lo que se deja sino en lo que se va a ganar.

¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Me da rabia que haya gente tan preparada y que se tenga que ir, pero aún más rabia que a los políticos y (a algunos) empresarios les importe bien poco que nos vayamos. Cuanto menos se gaste en investigación mejor, porque así se puede cumplir con el déficit, cuando lo que están haciendo es comida para hoy hambre para mañana. No se dan cuenta de que compramos tecnología extranjera made in cerebro de investigador español y sale mucho más caro.

¿Es usted un indignado?

Sí. Sin duda hay que ser indignado si se tiene algo de orgullo propio. Creo que a nadie le gusta que le den collejas y es lo que están haciéndonos día tras día.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?

Hace años no, pero valoro lo que hice en España porque me está sirviendo de mucho aquí. Me hubiera gustado seguir allí, pero chocaba con demasiadas paredes administrativas y jefes muy poco comprensivos y endiosados.

Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España Como dicen aquí, menos huevones en todos los ámbitos sociales. Si estuvieran en peligro de extinción yo no trataría de salvarlos y volvería feliz a España.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española

Que consideren el país como su propia familia, porque ninguno de ellos quitaría dinero destinado para sobrevivir en una casa en la playa. Y quien dice dinero para sobrevivir dice sanidad, educación o gasto social, y quien dice una casa en la playa dice edificios faraónicos que se caen, excesivos asesores rascándose la barriga o coches oficiales nuevos porque los anteriores tienen dos años.

miércoles, 4 de abril de 2012

Enrique Santamaría: "La reforma laboral de Rajoy es de vergüenza ajena"

Nombre: J. Enrique Santamaría
Edad: 28
Profesión: Marketing-Guionista-Periodista
Nivel de estudios: Licenciado y máster
Lugar de nacimiento: Burgos
País de residencia: Berlín, Alemania

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
La verdad que en mi caso fue más o menos meditado. No fue por el tema de la crisis. He vivido en Madrid desde los 18 a los 28, estudié y trabajé allí y nunca había tenido la oportunidad de irme a vivir fuera. Cuando acabé un trabajo de redactor-guionista en un programa de televisión, me surgió un trabajo de online marketing en Berlín y me vine, ya que pensé "si no lo hago ahora no lo haré nunca". Además quería introducirme en el tema internet porque hay bastante trabajo, y fue un buen comienzo. Una vez aquí me cambié de empresa y empecé en otro trabajo, que de momento me mantiene aquí.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
Si estaba trabajando, de hecho cuando estaba acabando en mi ultimo programa, del que era redactor-guionista, hasta le pedí a mi director una carta de recomendación. Tenía claro que quería irme una temporada y cambiar de aires. Una decisión que me costó mucho ya que yo en Madrid vivía bastante cómodo, a dos horitas de Burgos, con una casa bastante chula, etc.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
No me costaba, vivía bien, en la tele se cobra bien, lo malo es que trabajas por proyectos y cada 3-4 meses te encuentras de nuevo en el paro. Lo bueno es que ya tenía un equipo director-redactores etc... que creo que volverían a contar conmigo (espero que aún se acuerden de mi cuando vuelva). Ganaba dinero, pero al final estabas en el paro dos meses y tampoco te creas que te daba para ahorrar, y Madrid es carísimo. Pero sinceramente, yo en Madrid vivía muy bien, y hasta tenía piscina en mi edificio (suspiro).
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Hay días y días. El principio fue lo más duro, algún amigo español me ayudó a hacer los 200 millones de papeles que tienes que hacer al llegar, no exagero, pero luego ya te relajas. Berlín es una ciudad alucinante, llena de historia, me encanta la arquitectura y en Berlín no puedes pasear sin sorprenderte por un edificio cada dos metros, es impresionante. Una vez que pasan los meses iniciales, descubres que es una ciudad donde se puede disfrutar de la naturaleza, del deporte, del arte, la calidad de vida es impresionante, no todo es fiesta como piensan muchos, hay una ciudad genial que se vive por el día. Pagas poco de alquiler y no te gastas jamás en comer más de 6-7 euros (y eso ya es caro). Con esto digo, que hasta te da para ahorrar. Pero creo que no es Alemania, Berlín es un oasis en toda Europa.
Luego está el idioma, me vine sin saber ni "papa" de alemán y llevo un año yendo a clases, dos veces por semana ya que trabajo 40 horas (sobre todo en inglés y español). Me defiendo, pero no me pidas que te escriba una disertación porque no lo haré. Es un idioma duro, y tal vez la mayor barrera a la hora de integrarte completamente aquí. Eso sí, si no hablas inglés medianamiente bien, olvídate. Y a los alemanes les gusta que aprendas su idioma, creo que al menos hay que intentarlo, aunque luego en cuanto digas tres palabras mal dichas en alemán te empiecen a hablar en inglés otra vez.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en su actual lugar de residencia?
Las condiciones laborales son similares. Yo trabajo como periodista-online marketing 40 horas, tengo 1 hora para comer. El sueldo es prácticamente lo que cobraba en la televisión, tal vez un poco menos, pero el curro es estable, tengo un contrato indefinido y 24 días de vacaciones, y los precios en Berlín son tan baratos que hasta te da para ahorrar, bastante. Los pisos son muy baratos, yo vivo en Alexanderplatz y además trabajo a 10 minutos andando de mi casa. No me puedo quejar. Hay gente a la que no le va tan bien aquí, yo he tenido suerte.
Pero si hablamos de la nueva reforma laboral que dicen que es a la alemana... ahí cambian las cosas. Mi jefe alemán NO me puede bajar el sueldo (ya me lo ha subido dos veces) ni me puede cambiar el horario, etc... la reforma laboral de Rajoy es de vergüenza ajena, y creo que deja totalmente desamparado al trabajador. Si pudiera, el 29 estaría de huelga también aquí (creo que ese día me pondré malo y no vendré a trabajar, para solidarizarme).
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Volvería, y volveré de cabeza, Berlín no es la ciudad donde pasar el resto de mis días. Echo mucho de menos España. Echo de menos cogerme el coche y subirme al norte, o irme al Cabo de Gata, o irme de cañas o al cine por Madrid. Eso aquí no lo tienen, y eso también es calidad de vida, aunque no te quede un duro a fin de mes. Eso sí, en cuanto puedo me voy, cojo a mis amigos, el coche y nos hacemos un Españaplan.
Aunque suene a tópico adoro a mi familia, la comida española, el clima, el norte y mis amigos de allí. Creo que mi vida está allí, y estando en Berlín me he dado cuenta de lo feliz que era allí. Todas mis vacaciones las invierto en ir allí, es un país alucinante, no somos conscientes de lo que tenemos, y deberíamos cuidarlo mucho más. Y es un drama total cada vez que te vas que tu sobrina se ponga a llorar, a eso no hay derecho, y yo quiero estar con ella que para eso soy su padrino, o con mis padres por si alguna vez les pasa algo. A veces tienes un pequeño sentimiento de culpabilidad, como si no estuvieras dándoles la atención que se merecen, eso es duro, menos mal que tengo una hermana que no me la merezco. Pero aquí hay unos cuantos españoles y también algún alemán o francés que te hacen la vida más fácil y a los que cuento entre mis mejores amigos. Aquí tú les cuidas y ellos te cuidan, es genial. Paro que me pongo ñoño.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
Creo que tampoco los políticos alemanes se libran de la quema, a mí que Merkel y sus amigos, boicotearan el referéndun de Papandreu, me parece de una línea fascistoide y autoritaria de meterme debajo de la cama de la vergüenza que me da. Creo que Alemania entera está muy descontenta con su presidenta, y pensar que pueden dedicir el futuro de un país entero que no es el suyo, en fin, sin palabras. En España, en general, los políticos están comprometidos con un sistema económico que nos encorseta y encadena a todos, y cuanto más abajo, peor, todos arrastrados. Pero sin duda la gran "cagada" en nuestro país fue la burbuja inmobiliaria (Aznar se merecería un ladrillazo en la cabeza). Ahí también tuvimos parte de culpa los españoles, a mí no se me ocurrió comprarme un piso con 900 euros de sueldo (a algún amigo de Burgos sí), y ahora están hasta el cuello. Para mí muchos se han metido en su propio pozo, si yo lo hubiera hecho sería responsabilidad mía. Yo me compré un coche de 12.000 euros cobrando 1900 y ya me parecía un exceso. Lo del ahorro alemán es cierto. A un alemán no se le ocurre vivir por encima de sus posibilidades, no se le ocurre comprarse un piso de 40 millones e hipotecarse 50 años (eso sí, suerte con encontrar un piso de 40 millones en Berlín). Yo prefiero vivir de alquiler hasta el día que me muera y poder hacer cosas en la vida.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Totalmente. La experiencia de vivir fuera, de sentirte inmigrante, de tener que integrarte, de no controlar el idioma... te da una perspectiva de lo duras que pueden ser las cosas, pero también ese sentimiento de reto que te hace mantenerte vivo. Huir de la comodidad y decir, me da igual, al toro. Tengo amigos en España que es en plan "me han ofrecido un trabajo en Murcia pero es que mi novio está en Burgos", o sea, que mucho no necesitarán el dinero. Hay que ser un poco más versátil y pensar que lo que no te mata, te enriquece.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
Sí, totalmente, y creo que es genial sentirse emigrante alguna vez en la vida. A más de uno en España le habría venido de perlas cuando decía que el país estaba lleno de inmigrantes saber lo que se siente, la gente no emigra por placer (en general). Doy gracias a todos los alemanes que te tratan bien aquí (aunque capullos hay en todas partes).
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Me da pena porque ni siquiera hace un año yo veía España como la veo ahora. Leo periódicos y veo informativos españoles todos los días y quiero volver. Creo que lo peor de España es la comparación de los sueldos con los precios, es increíble. Y ahora con la maravillosa reforma laborar, seguro que esto se arregla, cuando tu jefe te pueda bajar 500 euros de sueldo y no poder quejarte, eso es vergonzoso. Y eso, no pasa en Alemania. Munich puede ser igual de caro que Madrid pero te aseguro que la gente cobra el doble. Es difícil subsistir en España con un trabajo normal, y eso de ahorrar, creo que nadie sabe lo que es ya. Me da pena pero no me parece luchar contra gigantes inalcanzables, creo que hay que tener un proyecto personal, una meta, pero tampoco sueños irrealizables. Ser realista y si hay que irse fuera una temporada irse, a lo mejor reaccionan.
¿Es usted un indignado?
Sí, aunque desde aquí vi todo el movimiento 15M un poco a la distancia. Me gustó saber que hay una masa crítica, que la juventud no es tonta, y ahora saben que estamos ahí. Aunque no me gusta que ahora se haya quedado en algo radical de gente anti-sistema o que ciertos grupos radicales se lo apropien, no. Yo soy de esa masa de indignados por la situación, los políticos, la corrupción y el ladrillazo. Y estoy MUY INDIGNADO con la reforma laboral, insisto, no es a la alemana, es a la "arrimad el hombro esclavos". El trabajo se paga, nosotros producimos señores, no nos están haciendo ningún favor por darnos trabajo. No. Por ahí no paso.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
Mira que me lo decía un amigo americano que vive en Madrid, "esto va a explotar, que no es normal". Y yo decía que no, pues mira, por una vez el americano tuvo razón. A lo mejor a partir de ahora nos lo pensaremos mejor a la hora de vivir por encima de nuestras posibilidades, pero seguro que si esto pasa algún día, se nos olvidarán los errores cometidos (ahí están las urnas que demuestran que nuestra memoria hace "delete" cada 4 años).
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
Mira, el sábado voy de vacaciones a España, a ver a mi familia, a mis amigos, nos vamos a una casa al campo 2 días, es mi cumpleaños, me da la vida. Hoy he dormido fatal sólo pensando que perdía el avión. Creo que no es un sueño, yo volveré a Madrid o a otra ciudad un poco más pequeña, cerca de la gente que más importa, y aunque tenga que pagar el triple por el alquiler, pues no me quedará otra. Además, que yo como mejor me expreso en la vida es en español, las cosas como son.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
Uff, esto es muy general, principalmente que piensen en las personas. Pero la verdad que me frustra pedir algo que no van a hacer, cuando sólo les importa el BCE, lo que diga Merkel, el FMI, etc. MENSAJE: Clase política, sed honrados, y haced algo que os permita dentro de unos años ir por la calle sin cruzaros conmigo y que os quiera tirar un tomate, por favor. Si amas España y a los españoles, no te los cargues.